5/13/2007

Memoria de las Piedras




San Jerónimo de Oma, distrito ecológico, pueblo antiguo, parroquia de indios.
La arquitectura del lugar ha cambiado muy aceleradamente en el trascurso del último lustro. De ser un pueblo tipico, de casas de adobe, mas bien bajas que señoriales, y techos en su mayoria de paja, pasó a imitar la clasica arquitectura del Cusco colonial en la segunda mitad del siglo XX, creando un estilacho particular, que se puede ver en la mayoria de barrios que aun conservas viviendas edificadas inmediatamente luego del terremoto del año 50. Ahora súbitamente al administración del espacio ha virado de la expansion horizontal prevista y calculada hacia un proceso acelerado de expansión vertical.





Los viejos andenes dentro de las casas, canchones, y en las calles van desapareciendo, sus piedras, removidas, reubicadas ya como si fuera desde siempre, se sustituyen por ciemientos para construcciones de concreto armado y bloquetas de cemento.





El muro de un viejo canchon, ha caido de a pocos, en decadas, mientras las raíces de los eucaliptos crecian entre sus piedras. Ahora, como simples cantos rodados, las fina canteria del horizonte temprano se entierra entre el desmonte y se amontona, material de construcción anacrónico para trabajar con material noble.





Puede entonces llegar a parecer que todo ese tiempo queda, esta siento tapado, y va rumbo al olvido, pero es solo una ilusión momentánea, la piedra tallada, el martillar sobre los cantos rodados sigue ahi, en todo lado, por donde se mire en las cimentaciones de las casa, y ahora, estas reubicadas en aquellos rincones dedicados a los objetos curiosos, como esas extrañas piedras tan bien talladas.





El Awsangate se deja ver al fondo, la ultima calle de San Jeronimo hacia el lado del padre Picol.





Hacia el valle del Huatanay, el humo de las tejerias y la niebla de las mañanas llenan ese espacio que fuera algun dia el lago Morkill, y luego zona de humedales, la prolongacion de la Avenida de la Cultura, Avenida Manco Capac sigue el curso del rio.





Se han vuelto parte del horizonte los fierros de construcción, el Ausangate al fondo se confunde con las nubes, a la distancia es mas grande que todo lo que esta y se ve mas cerca.





El padre Picol y su bosque





Luz en las ventanas





Gonzalo Valderrama Escalante

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